martes, 30 de octubre de 2018

¡Lleve sus calaveritas vaciladoras!

Contaré una pequeña historia a como la recuerdo, espero que las fuentes de donde la obtuve puedan corregirme si en algo yerro.

Hace tiempo, vivían en una vecindad una familia integrada por el papá, la mamá y sus hijos (recuerdo que en ese momento eran seis). El papá era trabajador de Teléfonos de México, de los que salían a trabajar en su bicicletita con su cinto con herramientas. Resulta que por esas fechas llegaba a su casa en su bicicleta cargada con unos cartones y un poco de barro.

Entonces se dedicaba a recortar ese cartón en forma de pequeñas cajas con una ventanita en uno de los lados. Con el barro daba forma a las pequeñas figuras que luego ponía a secar y después cocía a fuego, para pintarlas de blanco, entonces las colocaba dentro de las cajitas, les ponía una tapa, un hilo, las pintaba de negro y con un ingenioso y sencillo mecanismo les daba vida.

Y salía a venderlas a la voz de "¡Lleve sus calaveritas vaciladoras!", un curioso juguete de temporada que con un hilo hacía que se levantara del pequeño ataud la simpática figura de un esqueletito con los brazos cruzados sobre el pecho, como si se sentara repentinamente, y con un leve movimiento, y por acción de la gravedad, la calaverita volvía a acostarse en su caja y la tapa se cerraba al momento.

Así fue por mucho tiempo, cada año vendía sus calaveritas vaciladoras hasta que ya no necesitó hacerlo más, no porque se haya vuelto rico, sino porque sus hijos habían crecido, y las cosas iban progresando.

Yo conocí esas figuritas de manos de mi abuelito y luego que mi papá nos mostró cómo se hacían.

Sí, fue mi abuelito Silvestre Serna Martínez quien hizo el simpático juguete, él construyó y refinó sus moldes de barro para hacerlas. Al pasar de los años, comencé a ver en los mercados y tiánguis unas calaveritas similares, hechas de azucar y un poquito más toscas. Ya no las he vuelto a ver, pero nunca me olvido por estas fechas de que yo también tuve mi calaverita vaciladora.

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viernes, 29 de junio de 2018

Lenguaje Incluyente o no

Prólogo

Siempre hay polémicas y discusiones, desacuerdos, debates. Esto es lógico, ya que cada uno tiene un punto de vista diferente a consecuencia de lo que ve, lee, estudia, piensa, deduce.

¿Por qué lo digo? Porque recientemente me he metido en ese tipo de discusiones, específicamente la cuestión relacionada con la legalización (o no) del aborto. También he visto mucho en publicaciones lo relacionado con la llamada Equidad de Género, así como también la lucha por los derechos del colectivo LGBT+.

De esto último me ha llamado de forma particular la atención el hecho de luchar por un lenguaje incluyente.

Me gusta debatir y discutir por el hecho de manejar los argumentos, entender qué me falta por aprender. Pero desafortunadamente un debate implica que hay un ganador y un perdedor, que en ocasiones cada uno de los contendientes piensa que ganó. Por ello mejor escribo, de esta forma se pueden organizar mejor las ideas y quien lee puede analizar más a profundidad para llegar a una conclusión, misma que en un debate no es posible llegar.

Una vez establecido lo anterior, doy inicio a esta publicación.

Lenguaje incluyente

En la actualidad es muy mencionado el ser incluyente, el considerar a ambos géneros al expresarse, recuerdo que esto inició con los discursos del, entonces, presidente de México Vicente Fox Quesada, de quien era frecuente escuchar "chiquillos y chiquillas", y de ahí se fue extendiendo.

Ahora con las nuevas luchas de liberación femenina por querer ser tomadas en la misma consideración que los varones, y los movimientos, incluso sumamente agresivos y exhibicionistas que rayan lo absurdo, se desea resaltar aún más lo "excluyente" y sesgado que es el idioma, por lo que comienzan a inventarse toda clase de reglas para expresarse de forma incluyente.

Va "junto con pegado", porque ahora, y me parece que, a raíz de un video, se ha comenzado a querer meter inventos para disque incluir a quienes no se identifican con uno u otro género. Y por cierto, ahora se argumenta que ya no son "sexos", sino "géneros", y se menciona "el tercer sexo".

Entonces ¿El lenguaje es incluyente o no? Pues el Idioma español cuenta con más de 88,000 palabras más regionalismos, por lo que es una lengua muy rica.

El idioma castellano utiliza para referirse a grupos indefinidos en cuanto a su género el plural masculino, pero el hecho de ser el masculino basta para quienes argumentan la inequidad en el uso del idioma. Pero veamos ejemplos:

Singular Plural
Masculino Femenino Neutro Masculino Femenino Neutro
Bebé Bebé Bebé Bebés Bebés Bebés
Infante infanta Infante Infantes infantas Infantes
Niño Niña Niño Niños Niñas Niños
Menor Menor Menor Menores Menores Menores
Muchacho Muchacha Muchacho Muchachos Muchachas Muchachos
Joven Joven Joven Jovenes Jovenes Jovenes
Chico Chica Chico Chicos Chica Chicos
Hombre Mujer Persona Hombres Mujeres Personas
Individuo Individuo Individuo Individuos Individuos Individuos
Caballero Dama Persona Caballeros Damas Personas
  Gente

Como se puede ver, existen suficientes términos completamente neutros que pueden ser utilizados de forma que se incluya a la totalidad del conjunto.

Singular Plural
Masculino Femenino Neutro Masculino Femenino Neutro
Un/Uno Una Un/Uno Unos Unas Unos
Algún/Alguno Alguna Algún/Alguno Algunos Algunas Algunos
Mucho Mucha Mucho Muchos Muchas Muchos
Poco Poca Poco Pocos Pocas Pocos
Todo Toda Todo Todos Todas Todos
Estos son adverbios de cantidad, y sirven para indicar la misma de manera imprecisa sobre un conjunto especificado. La forma correcta es junto con la especificación del conjunto a que se refiere, sin embargo, dentro de un contexto donde ya se indicó dicho conjunto, suele utilizarse de forma independiente dejando sobre-entendido o de manera implícita hacia qué se refiere. Por ejemplo:
Todas las personas que asistieron a la fiesta estuvieron contentas, por lo que se entiende que todas (las personas) recibieron un buen trato.
Todos los individuos pertenecientes a la federación han demostrado su lealtad, por lo que a todos (los individuos) se les entregó un sencillo pero sincero reconocimiento.
En vez de decir (incorrectamente) "todas y todos" para enfatizar la inclusión de ambos géneros, y ahora "todes" para quienes se dicen no identificados con ningún género, lo correcto es "toda la gente", "todas las personas", "todos los individuos".
Las palabras que refieren a un rol o papel que desempeña una persona, tales como "estudiante", "comandante", "almirante", "gerente", "integrante", "navegante", "vigilante", "teniente", "adolescente", "constituyente", "presidente" son términos neutros, y la terminación "ante" o "ente" refiere a una entidad o individuo (persona) que realiza dicha labor.
Puesto que mi exposición no pretende ser un tratado lingüístico, sino una pequeña ayuda para un mejor uso de nuestra bella lengua. No profundizaré más allá. Estoy consciente que el idioma debe evolucionar, y lo hace al incorporar términos nuevos que tienen un significado perfectamente definido, términos que representan hitos particulares, tan intensos que merecen ser acuñados, por la referencia que conllevan, por ejemplo:
"cantinflear" De Cantinflas, popular actor mexicano y -ear. Hablar o actuar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada con sustancia

El concepto de "tercer sexo"

Entre los comentarios que leí hacen mención al "tercer sexo", también argumentan el "todes" para referirse a personas que no se identifican con ser de sexo o género masculino o femenino.
En diversas sociedades se ha dado este concepto para referirse a personas cuyo género no está definido con claridad, ya sean de apariencia femenina con una mentalidad masculina o viceversa, o personas que se identifican como “no hombres” o “no mujeres”
Somos seres binomiales por decirlo de alguna forma, es decir, estamos formados por dos elemento o partes: una masculina y una femenina. No hay más, y todas las preferencias se encuentran dentro de la combinación de estas dos partes. fisiológicamente, físicamente, psicológicamente estamos formados por dos partes, aunque en diferente proporción.
Digamos que somos [m,f,r], donde m = masculino, f = femenino y r es su capacidad reproductiva, y manejamos una escala de 0 a 1 con 1 como totalmente y 0 nada. Una persona masculina capaz de reproducirse sería [1,0,1] y una femenina, también capaz de reproducirse sería [0,1,1].
El producto cruz de dos personas [m1, f1, r1] y [m2, f2, r2] que da origen a otro individuo [m3, f3, r3] es:
m3
f3
r3

m1
f1
r1
[f1*r2 – r1*f2]m3 + [m1*r2 – r1*m2]f3 + [m1*f2 - m2*f1]r3
m2
f2
r2


Acomodándolo, por economía de espacio, quedaría [m1 , f1 , r1] x [m2 , f2 , r2] = [m3 , f3 , r3]
Las columnas en rojo describen a nuevos individuos.
m
F
r
x
m
f
r
=
m
f
r
0
1
1

1
0
1

1.00
1.00
1.00
0.05
0.95
1

0.95
0.05
1

0.90
0.90
0.90
0.1
0.9
1

0.9
0.1
1

0.80
0.80
0.80
0.15
0.85
1

0.85
0.15
1

0.70
0.70
0.70
0.2
0.8
1

0.8
0.2
1

0.60
0.60
0.60
0.25
0.75
1

0.75
0.25
1

0.50
0.50
0.50
0.3
0.7
1

0.7
0.3
1

0.40
0.40
0.40
0.35
0.65
1

0.65
0.35
1

0.30
0.30
0.30
0.4
0.6
1

0.6
0.4
1

0.20
0.20
0.20
0.45
0.55
1

0.55
0.45
1

0.10
0.10
0.10
0.5
0.5
1

0.5
0.5
1

0.00
0.00
0.00
0.55
0.45
1

0.45
0.55
1

0.10
0.10
0.10
0.6
0.4
1

0.4
0.6
1

0.20
0.20
0.20
0.65
0.35
1

0.35
0.65
1

0.30
0.30
0.30
0.7
0.3
1

0.3
0.7
1

0.40
0.40
0.40
0.75
0.25
1

0.25
0.75
1

0.50
0.50
0.50
0.8
0.2
1

0.2
0.8
1

0.60
0.60
0.60
0.85
0.15
1

0.15
0.85
1

0.70
0.70
0.70
0.9
0.1
1

0.1
0.9
1

0.80
0.80
0.80
0.95
0.05
1

0.05
0.95
1

0.90
0.90
0.90
1
0
1

0
1
1

1.00
1.00
1.00

En todos los casos se da un individuo linealmente independiente de sus progenitores, sin embargo, se encuentra siempre dentro del mismo espacio que los define.
                Absolutamente todas las posibles combinaciones pueden ser llevadas hacia uno u otro extremo de la identidad. La existencia de un tercer sexo requiere la presencia de un sistema reproductor completamente independiente, que no pueda ser obtenido por la combinación de los otros dos.
                Análogamente: toda la gama de colores que nuestros ojos pueden percibir pueden ser formados por la composición de tres: rojo, verde y azul. Toda la gama de variantes humanas puede ser obtenida por la composición de dos. La existencia de este tercer sexo implica que para lograr la reproducción es necesaria la participación de estas tres partes, de lo contrario, una terminaría despareciendo.
                Es por ello que no es correcto el término "tercer sexo", así como tampoco es aplicable el término "todes", ya que, aunque como personas estamos formados por complejas estructuras, estas son femeninas o masculinas. Podemos modelas a una persona, de forma simple de la siguiente manera: 

Parte masculina
Parte femenina
Resultado
Cuerpo
A
B
e
Mente
C
D
f

Donde a los elementos {a, b, c, d} podemos darle cualquier calificación entre 0 y 1. Los resultados e y f, cualesquiera que sean, si quieren definirlos antes que los otros cuatro, pueden ser obtenidos como una combinación de los otros cuatro: e como la suma de a y b, mientras que f lo es respecto de c y d. Una persona puede ser completamente masculina, femenina, o una combinación de ambos.
Adicionalmente, la RAE define sexo (Del lat. sexus.): 1. m. Condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y lasplantas. | 2. m. Conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo. Sexo masculino,femenino. | 3. m. Órganos sexuales.
Mientras que para Género da esta definición (Del lat. genus, -ĕris.) 1. m. Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes. | 2. m. Clase o tipo a que pertenecen personas o cosas. Ese género de bromas no me gusta. | 3. m. Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.
Por ello, en nuestro idioma, lo más adecuado es hablar de "tercer género" y no "tercer sexo".

Referencias

Real Academia Española, http://www.rae.es/

Producto vectorial, Wikipedia, https://es.wikipedia.org/wiki/Producto_vectorial
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