Toda persona que desee realizar una investigación educativa con el estricto rigor científico deberá cumplir al pie de la letra por lo menos los siguientes preceptos:
- Ser una persona honesta en todo su contexto, desde el entorno personal hasta el entorno laboral y académico.
- Ser coherente entre lo que se piensa, se dice, se hace y se es.
- Mantener una actitud de pensamiento crítico fuerte, en especial ser humilde para reconocer aquellos puntos en los que hay que corregirse y valeroso para defenderse y defender a otros cuando la ocasión lo requiera.
- Ser respetuoso con el manejo de las fuentes de consulta y citar conforme a la norma APA y en general dar crédito correspondiente a quien sea autor de las ideas.
- Expresar de manera concreta cuáles son los objetivos de cualquier trabajo que se realice, ya sea de investigación, como de otra índole.
- No cambiar los objetivos de la investigación a medida que se avanza en ella, ya que es muestra de inconsistencia con uno mismo y da pauta a que la confianza otorgada demerite.
- Determinar el alcance del trabajo, sin importar el tipo de proyecto que se realice (esto incluye a los trabajos de investigación y de desarrollo) desde un inicio.
- Respetar los datos obtenidos a lo largo de la investigación y no manipular la información de acuerdo a la propia conveniencia, esto es, no sacar de contexto las ideas ni resumirlas o recortarlas de manera que su significado y marco de contexto sea susceptible a interpretaciones ambiguas.
- Respetar la confidencialidad del proyecto que se esté realizando.
- Tomar en cuenta las diferentes posturas y enfoques que hay sobre el objeto de estudio.
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